“Las personas amorales se sentían más libres,
pero carecían de la capacidad de sentir o amar... “
Charles Bukowski
En esto, básicamente, se resume todo...
Podemos volvernos amorales durante 2 semanas... 6 meses...
pero carecían de la capacidad de sentir o amar... “
Charles Bukowski
En esto, básicamente, se resume todo...
Podemos volvernos amorales durante 2 semanas... 6 meses...
3 años... O durante toda la vida si eso es lo que queremos... Pero en algún momento acabamos por comprender que toda esa libertad no nos ha llevado a nada. Podemos hacer, decir, pensar, gritar al viento lo que nos de la gana...
Pero todo eso ¿para qué?
Para conseguir sensaciones, vacías, momentáneas, caducas...
Y sobretodo para que no podamos unirnos a nadie durante ese tiempo, porque sabemos que la vamos a cagar... Sabemos que mientras nos creamos amorales, en cuanto se nos presente la oportunidad vamos a pensar en vivir el momento (y nos va a gustar hacerlo); y después de ello, no nos va a quedar nada que salvar... Más sensaciones placenteras que duran un momento y más consecuencias que duran para siempre...
Hasta que nos sentimos vacíos, sin objetivos; y no encontramos ninguna causa que nos haya llevado a romper todo lo que tocamos.
- Muy bien, acabamos de joder otra relación... ¿y ahora qué? -
Pues ahora a por la siguiente... Pasará una temporada en la que no querremos acercarnos a nadie que parezca que pueda tener intención de retenernos, de coartar nuestra libertad, de querernos... Por miedo a hacerles daño, y, principalmente, porque siendo libres nos lo pasamos mejor...
Pero nos olvidamos de querer... Nos volvemos materialistas... Nos refugiamos en cualquiera, hasta el punto en que compartir un orgasmo sea lo más parecido a sentirnos queridos que podemos experimentar... Lo que más se parece a importar a alguien en ese momento, a que nos necesiten, a pertenecer a alguien... Confundimos sentimientos... Cambiamos cariño por calor...
Pero todo eso ¿para qué?
Para conseguir sensaciones, vacías, momentáneas, caducas...
Y sobretodo para que no podamos unirnos a nadie durante ese tiempo, porque sabemos que la vamos a cagar... Sabemos que mientras nos creamos amorales, en cuanto se nos presente la oportunidad vamos a pensar en vivir el momento (y nos va a gustar hacerlo); y después de ello, no nos va a quedar nada que salvar... Más sensaciones placenteras que duran un momento y más consecuencias que duran para siempre...
Hasta que nos sentimos vacíos, sin objetivos; y no encontramos ninguna causa que nos haya llevado a romper todo lo que tocamos.
- Muy bien, acabamos de joder otra relación... ¿y ahora qué? -
Pues ahora a por la siguiente... Pasará una temporada en la que no querremos acercarnos a nadie que parezca que pueda tener intención de retenernos, de coartar nuestra libertad, de querernos... Por miedo a hacerles daño, y, principalmente, porque siendo libres nos lo pasamos mejor...
Pero nos olvidamos de querer... Nos volvemos materialistas... Nos refugiamos en cualquiera, hasta el punto en que compartir un orgasmo sea lo más parecido a sentirnos queridos que podemos experimentar... Lo que más se parece a importar a alguien en ese momento, a que nos necesiten, a pertenecer a alguien... Confundimos sentimientos... Cambiamos cariño por calor...
Y nos olvidamos de sentir...