jueves, 3 de diciembre de 2009

Libres

Nos pone pensar que nosotros y sólo nosotros somos los responsables de nuestra vida. Dios no existe. Ningún ente superior nos cuida para librarnos de todo mal, ni para llevarnos por el buen camino. Tampoco hay un destino diferente para cada uno de nosotros. Nuestro futuro no viene configurado de fábrica. Somos y conseguimos lo que nos hemos buscado. Y cada día hacemos una prueba de fuerza contra nosotros mismos, contra el destino, contra Dios... Nos encanta hacer las cosas mal a propósito; hacer daño a sabiendas, y después quejarnos y llorar por los bien previsibles resultados. Nos da morbo lo prohibido y no pensamos en las consecuencias al actuar. O, bueno, en realidad si que pensamos en ellas... Pero nos vemos con el poder de hacer con las riendas de nuestra vida lo que nos venga en gana.

Por algo estamos en un país “libre”, ¿no?

1 comentario:

  1. No es que nos ponga, es que lo necesitamos. Al fin y al cabo ¿Qué tendríamos de lo que definimos como "seres humanos" si no pudiésemos hacerlo?
    Pero el problema está en ese egoísmo y esa falta de humanidad que también nos caracteriza. Al igual que no necesitamos dioses, me encantaría pensar que no necesitamos alcaldes, presidentes, senadores y jueces, y por lo tanto tampoco leyes. Me gustaría poder vivir en una "anarquía" hecha a medida de todos los habitantes de este planeta, pues no deberíamos tener intereses tan discordes como para llegar a los enfrentamientos que vivimos hoy.


    Pero como dijo cierto personaje animado que a mi me gusta mucho: "Un hombre puede soñar, un hombre puede soñar..."
    Profesor Hubert J. Farnsworth [Antología del Interés I (Cap. 2x16)]

    ResponderEliminar